Running Away?

¿Cuantas gotas habían sido derramadas hasta que este tuvo la intención de contarlas? ¿Cuántas llevaba en mente y cuantas había dejado pasar? El sonido seguía como un gentil compás, casi similar a su tranquilo respirar que aseguraba su usual letargo. ¿Cuántas seguían postrándose en su cuenta mental, y cuantas simplemente escapaban de su efímera cavilación?

¿Llueve?…

Se preguntó a si mismo, aun inconsciente de su propia situación. Cierto, la lluvia era lo más próximo a ser asociado con aquellas gotas de agua; pero no sentía ninguna golpear levemente su frente o sus cabellos. No sentía aquel agradable aroma a humedad, o aquel cálido frío recorrer su cuerpo antes de hacerlo tiritar… No, aquellas gotas no provenían de una repentina lluvia; pero si pintaban en él un melancólico y borroso recuerdo.

¿Lágrimas?… ¿Por qué?…

Se preguntó a si mismo una vez más. Claro, podía sentirlo en su corazón y en su garganta, en sus labios y en sus mejillas. No podía distinguir con exactitud aquel recuerdo; pero era triste y doloroso. No, no podía ser él. No recordaba ningún escenario similar, no se trataba de él, no era él quien se encontraba de pie; pero si no era él, entonces… ¿Por qué era doloroso?

Deseaba ponerse de pie, deseaba caminar hacía aquel escenario, preguntar y obtener respuesta de aquel caballero, de aquella dama. Pero estaba muy cansado… demasiado cansado.

A medida en que el tiempo transcurría, las gotas finalmente cesaban. Todo parecía estar acabando, tal borroso recuerdo se esfumaba, y con el, aquellos murmullos carentes de coherencia para Kane.

Frío… ahora podía sentir el frío en su piel. ¿Por qué? Parecía lo único suficientemente apropiado preguntarse en aquel instante… ¿Por qué?

Conforme resumía un intento de respuesta, sus parpados lentamente se abrían dejando relucir sus doradas y cansadas orbes.

-¿Me quedé dormido otra vez?- musitó, casi como si esas escasas palabras hubieran ocupado todas las reservas de su prolongado descanso.

Su respirar era calmo, pausado, muy a la par con sus leves movimientos, a medida en que se acomodaba mejor en aquella banca del desolado parque. Su mirada se enfocó en las luces más próximas. Era de noche; pero no sabía con exactitud la hora exacta, solo sabía que tenía frío por solo portar una camisa. Su abrigo yacía a sus pies producto de un mal movimiento al quedarse dormido. Era una suerte que nadie lo hubiera tomado.

-Lo volví a hacer…- volvió a susurrar, ligeramente incomodo por aquel mal hábito suyo. ¿Debía apresurarse a su lugar de trabajo? No podía encontrar respuesta ya que a duras penas se orientaba en donde estaba y que hacía con exactitud allí. Solo lograba recordar que en determinado momento se encontraba de pie frente a una gallería.

Un leve suspiro escapó de sus labios. Quizás debía regresar a casa y dejar de preocuparse por esas cosas.

Junto con Yue mi pantera aun convertida como una Sailor Scauts, gracias a dios que habia terminado la lucha, Yue seguia siendo una pantera grande y debía tener mucho cuidado con la gente.
Los dos corrimos a gran velocidad con mi baculo en mano. Yue comenzó a correr más rapido, pero no pude alcanzarlo el solo se escabuyo entre los arboles.
Me detuve por que supuse que habria alguna otra persona. Seguia lloviendo y la lluvia me refrescaba en gran manera.

A lo lejos observe a un joven de cabellos oscuros, con unos ojos preciosos. solo le mire detenidamente. Si este se acercará o se moviera tendría que oscurecer el lugar o irme.

-¿Un vaticinio a un mal tiempo?- cuestionó en silencio al notar las gotas de agua caer producto de la lluvia. Quizás el significado a su sueño era simplemente eso… La lluvia.

Suspiro completamente relajado. El encontrar respuestas a lo inexplicable era el mayor alivio a su consciencia, pero muy en su interior sabía que aquel sueño encerraba un mayor significado. Absorto en ese solo raciocinio, no había notado la proximidad de aquello que pudiera estar acompañándolo, más aun, el sonoro canto de la lluvia en su descenso, hacia las hojas y el pavimento, era suficiente algarabía como para descubrir cualquier sigilo mal o bien intencionado.

Solo se limitó a inclinarse para recoger su abrigo y posicionarlo en su regazo. No tenía pensado marcharse aun. No había decidido con exactitud que hacer ¿Regresar a casa o dirigirse al trabajo? La pastelería estaba a pocas cuadras en dirección al centro de la ciudad ¿Quizás debía al menos excusarse?

-¿Que hacer?- se cuestionó nuevamente, llevando la diestra a sus cabellos, y agitando parte de estos a la altura de su nuca.

-¿Hmm?…- Su mirada se mostró algo escéptica tras notar una extraña figura a la distancia. Las luces eran fuertes, pero no plenas a la distancia. Juraría que había visto la silueta de un animal escabullirse entre las sombras. Con prisa, sus manos se posaron en sus ojos, tallándolos para terminar de quitar la pereza en ellos. ¿Quizás aun estaba soñando?

Suspiró algo contrariado, poniéndose de pie; pero sin intención de dejar su ubicación. No sería buena idea dejar un lugar iluminado solo por entrar en curiosidades.

La curiosidad mató al gato… ¿verdad?

Pensó para si mismo con una sonrisa algo confusa, mas sus ojos ubicaron una segunda silueta a la distancia y esta sí parecía humana. De hecho, muy femenina.

-Disculpe…- alzó levemente la voz, algo nervioso, buscando salir de su duda y encontrar una respuesta -Hmm… ¿se encuentra bien?- cuestionó de manera casual, aun sabiendo que quizás no era la pregunta más apropiada.

El jovén me hablo más no sabía que hacer no lanzaría un poder a un terrestre por lo que salte muy alto, hacia los arobles escabullendome con rapidez y perderme del joven.
Lejos muy lejos de él junto con Yue en un callejon sin salida volvimos a la normalidad.
Yue era ahora un pequeño "gatito" la cual me acompañaba a todos lados sin importar la lluvia.
El jovén aun seguia en ese lugar estaba justo detras de él. Pero que hacia en un lugar lluvioso podria enfermarse.
La incertidumbre hizo que me acercara. -Hola- susurré sintiendo algunas gotas caer por mi cuello y mi ropa completamente mojada.

-¿Hmm?…- volvió a posar una expresión de ingenuidad tras notar que la figura femenina había desaparecido de su rango de visión. Su diestra nuevamente se elevó para buscar reposo en su tabique. Bien, tenía que dar un repaso a lo que había sucedido: Primero había visto la silueta de algo no humano, pero lo suficientemente corpulento como para llamar su atención, lo segundo había sido la silueta femenina parada a la distancia, y lo tercero; pero quizás solo una alucinación de su propia visión… ¿La había visto saltar como un súper canguro hasta desvanecerse en las sombras? No, lo último quizás era erróneo. Ciertamente, había notado la intención de dar un brinco, pero el lugar era demasiado oscuro para asegurar que esta había dado un salto más allá de lo normal.

-Debo dejar de comer aquellos pastelitos, empiezo a creer que son nocivos para mi salud mental- musitó, tomando una bocanada de aire y expulsándolo levemente para recobrar su usual serena postura.

-Quizás lo mejor es… ¡Ah!- exclamó levemente en una discreta reacción de sorpresa al oír una voz a sus espaldas. Los pasos hacia atrás estaban incluidos en el “paquete del miedo” al igual que la mano en su acelerado corazón.

-Ho… Ho-Hola- correspondió el saludo, no tanto por el llamado a la educación; sino por ser la única respuesta que pudo encontrar en un momento de leve exaltación como ese. ¿De donde había salido la jovencita? Sus ojos se ajustaron mejor a la imagen femenina, dejando de lado el miedo, y entrando mejor al detalle que si podía ver.

-¿Te encuentras bien?- volvió a cuestionar, acercándose levemente a ella; pero sin romper la distancia prudente entre ambos. Parecía que la lluvia también la había tomado desprevenida.

-Ten- agregó, extendiendo su abrigo aun seco, sin esperar respuesta por su misteriosa, y de momento, compañera de lluvia. Bien hubiera podido tomar la iniciativa de cubrirla el mismo con este; pero dada la hora, la circunstancia, y el repentino encuentro; prefirió no actuar de manera radical y ganarse un apodo como el de “violador” o “acosador” por un acto de caballerosidad.

-¿Como es que… llegaste hasta aquí?- susurró lo último, volviendo la mirada en dirección al lugar donde se encontrara la silueta anteriormente vista. Quizás realmente empezaba a fallarle la visión.

Mire de reojo a Yue y este desvio la mirada rapidamente por lo que se dio la media vuelta y salio caminando enojado.

gato celoso pensé. Recibi su chaqueta. gracias- susurré
estaba detras de ti. En todo caso no me importa si me pillo la lluvia, es algo que me gusta y me hace pensar en muchas cosas- dije con un tono tranquilo.

Me senté en la banca y vi a Yue desapareciendo totalmente, pero sentía su presencia cerca.
y tu que haces por aqui. o si lamento no presentarme. Christtinne Gabihel

Conforme la pelirosa explicaba el misterio que anteriormente el castaño no había logrado resolver, empezaba a dar nota de las cosas con mayor claridad. Bien. Ahora que se sentía completamente despierto podía llevar una conversación fuera la sorpresa o el miedo del momento.

-Entiendo…- volvió a susurrar, correspondiendo a la explicación para mostrar que, pese a encontrarse mirando en una dirección opuesta a donde se encontraba la joven, no perdía ni por un instante el interés en ella.

Su diestra, lentamente se deslizo por el extremo correspondiente de su pantalón hasta alcanzar su bolsillo, lugar donde la introdujo para dejarla reposar. Su rostro se suavizo ahora que ya no existía sorpresa, más aun, los latidos de su corazón habían logrado recobrar la calma que había sostenido en un principio.

Tras aclarar levemente su garganta, finalmente dirigió su mirada en dirección a las celestes orbes de su acompañante.

-La lluvia podrá ser agradable y refrescante; pero no podríamos decir lo mismo de un resfriado ¿no es así, señorita Gabihel?- cuestionó, educadamente y con una sonrisa amable dando a su vez un casual consejo, sin afán de burla entre sus labios.

-Kane Vezle, encantado de conocerla- resumió su presentación, correspondiendo a la amable iniciativa de la pelirosa; pero adjuntando la extensión de su brazo en busca de un cordial estrechón de manos.

-¿Me creería si le dijese que me encontraba dormido hasta hace unos instantes?- agregó algo confundido sin poder explicar mejor su situación. Después de todo, ni el mismo sabía exactamente que hacía en aquel lugar o el como había llegado hasta allí.

Suelo mojarme bastante y jamas me eh resfriado, yo creo que hay que tener muy buenas defensas y una muy buena alimentación- escuche cada palabra de lo que decía el jovén.

Yue a lo lejos se acerco como a un gatito pequeño, se sentó en mis piernas y se cobijo debajo de la chaqueta, mal miro al jovén un momento y luego se recosto en mis piernas.

Lo mire detenidamente y creí que daría un espectaculo pero no fue, no solía acariciarlo, solo dejarlo acomodado en mis piernas.

¿Durmiendo en mitad de la lluvía?- pregunté mirando hacia el cielo, ya que no paraba de llover.

¿Le creería? No dejaba de cuestionarse aquello de manera continua. Quizás existían muchos tipos raros en el mundo, pero estaba casi seguro que muy pocos compartían esa misma afición por un cansancio tan extremo.

Conforme cuestionaba cada idea espontánea, su mirada poco a poco se ajustaba a la de aquel felino que había llegado de la nada. ¿Lo había mirado mal? Quizás era solo su imaginación… No, tenía que ser su imaginación. Ya le encontraban sucediendo muchas cosas extrañas en tan solo poco tiempo. Se estaba sugestionando y sería algo muy incomodo para la jovencita de cabellos rosados.

-¿Extraño verdad?- cuestionó, sonriendo de la manera casi más pura que pudo dibujar con sus labios. Era único que podía hacer al no encontrar una respuesta directa para dar.

-Creo que… exageré en mi ritmo de trabajo y terminé afectado por la fatiga- agregó, bajando la mirada, algo preocupado por si ello sería suficiente para satisfacer a la jovencita. No… era algo más. Tenía que creer en ello, era la única respuesta lógica a sus continuos desmayos. Era solo eso… fatiga.

-¿Ese pequeño… es tuyo?- cuestionó, señalando en dirección al felino ni bien tuvo la oportunidad. ¿Por que aburrirla con cosas que realmente no tenían sentido? En ese instante, Kane, pensaba que lo mejor que podía hacer en ese preciso instante, era disfrutar cada segundo con aquella misteriosa joven…

Al menos así se lo indicaba la lluvia.




((((off: Perdón por la demora, mis examanes me han mantenido un poco ocupado ))))

Extraño, nada es extraño. dDicen que la lluvia es lo que más relaja, tambien sirve para la depresión entre otras cosas. es por eso que me gusta la lluvía.
Por otro lado, si no tienes las defensas altas terminaras por resfriarte, es una de desvetajas que uno tiene.- Mire a Yue que se refugiaba de la lluvia. No estaba acostumbrada acariciarlo ya que sabía que este no era una pantera.

Si es mio, lo encontre en la callé, justo en un día lluvioso. No le gusta estar solo, por lo que cuando salgo siempre me sigue, él es muy inteligente- sin más termine por acariciarlo, yo se que Yue estaba feliz que lo hiciera y que lo alagara de esa manera.

-Ya veo…- agregó tras escuchar el comentario con respecto al gato. No podía negar que era un animal un tanto peculiar, pero si prestaba mayor atención a los detalles, no era distinto a Snowy. Estaba de más mostrarse paranoico por un animal, razón por la cual prefirió borrar toda idea acusadora.


-¿Lo que más relaja y sirve para las depresiones?- susurró tras volver la mirada al cielo. Eso si era algo mucho más interesante de analizar.

-Espere…¿será que te encuentra deprimida por algo?- preguntó de manera casual -Quizás simplemente estoy suponiendo de más- volvió a agregar pensativo a medida en que se acercaba al mismo lugar donde se encontraba reposando la menor para tomar asiento a su lado.

-Discúlpame por ser así… tiendo a darme esas libertades de suponer cosas que suelen ser algo comprometedoras. Soy así desde que tengo uso de razón, y lo soy aun más cuando me siento algo inseguro de lo que sucede a mi alrededor. Asumo que, así como la lluvia, el pensar y mantener mi mente ocupada, es similar al alivio que le produce la lluvia- confesó, dejando reposar sus brazos en sus piernas para luego inclinar su cuerpo levemente hacia delante.

Su sonrisa permanecía en sus labios, pero cierta preocupación se reflejaba en sus exhaustas orbes.

Deprimida?... yo? no para nada no tengo por que-respondi
Solo digo lo que se. Y no tienes por que disculparte-

La lluvia estaba cesando de a poco volvi a mirar hacia el cielo mientras mi mano estaba en el lomo de Yue sin acariciarlo. Sentía como la lluvia mojaba mi rostro, se sentía tan bien que no me importaba quedarme todo el día sentada en ese lugar, aunque luego pescara un resfriado.

Deberias ir a descanzar...será una mejor opción ¿o vives muy lejos?- pregunte en un susurro tranquilizador

Tras oír la inmediata respuesta de la pelirosa a sus suposiciones, un suspiro de alivio se escapó de sus labios. Se alegró de que no fuera ese el caso; aunque claro, aun le sorprendía que alguien disfrutara tanto de la lluvia al punto de andar completamente empapada.

Al igual que la joven, su mirada se elevó en dirección al cielo para confirmar ciertas intrigas personales a medida en que prestaba atención a las recomendaciones que se le daba.

-Me pregunto si realmente debería descansar…- musitó, casi dubitativo a esa opción. Lo único que hacía era dormir y dormir de manera involuntaria. No era que le desagradase del todo, pero tampoco era que le agradara. Ya había perdido algunas clases importantes y debido a eso, había tenido que trabajar el triple de lo que sus demás compañeros podía trabajar.

-Hmm… a decir verdad, si, mi departamento está un poco retirado de este lugar y me costaría mucho transportarme con este clima ¿Qué me dices de ti? ¿Tu hogar queda cerca?- cuestionó, volviendo la mirada la joven y observándola algo extrañado por las circunstancias en las que ambos se habían encontrado.

El gato se movió un poco del regazo de Chris cuando aquel joven se atrevió a preguntarle por su hogar. En cuestión de segundos el pequeño animal se había quedado mirando al moreno fijamente con sus ojos ambarinos clavados en los del muchacho. Tras poco tiempo así, se revolvió de nuevo para quedar de medio lado recostando su cabecita en sus propias patas.

"Maldito humano..." se dijo para sí mismo aguantando las ganas de enseñarle al joven donde estaba su lugar y cuales eran las preguntas que nunca se debían de hacer a una dama como Chris. "Si te mostrara lo que este pequeño gato puede hacer no te acercarías tanto." Al pensar eso dibujó una sonrisa mostrando parte de sus dientes oculta a ambas personas presentes, ese sería su sentimiento secreto y uno de los múltiples deseos que le sobrevenían cuando la muchacha se acercaba a algunos tipos.

Esta cerca de un par de cuadras, puedes ir no hay problema, te prestare ropa de hombre para que no te quedes con lo mojado y no resfries- sonreí.
Tome a Yue y lo acurruque sobre mi pecho para que este no siguiera mojandose, lo tape con el abrigo. Pero detestaba ser tan gentil con él ya que sabia que estaba disfrutando en donde estaba.

Y que me dices vamos?- pregunte con una sonrisa tierna mirando fijamente a Kane.

-Bueno yo…- tras sus palabras, un breve silencio perduró en los labios del castaño. Christtinne estaba siendo muy amable en otorgarle tal beneficio solidario para con su persona; sin embargo… ¿Estaba bien que se encontrara invitando a un desconocido, así por así a su hogar? No lo veía apropiado, por tal razón prefirió analizar la situación de manera frívola.

Su mirada se elevó una vez más al cielo, esta vez extendiendo la palma abierta de la zurda al frente. La lluvia aun continuaba. No era tan fuerte como lo fue en un comienzo; sin embargo aun seguía mojando indiscriminadamente a cuanto incauto atrapara. Hacer el esfuerzo de quedarse en aquel lugar no era una opción, más aun si ello envolvía a la joven por su propio descuido.

Tras bajar la zurda, esta se refugió en el bolsillo correspondiente del pantalón. En el solo portaba un monedero casi vacío y una cajetilla de cigarrillos. Tampoco podía recurrir a un taxi.

Un suspiro escapó de sus labios. No quería abusar del exceso de confianza, pero realmente no le quedaba otra opción. Su mirada una vez más se enfocó en la joven, correspondiendo la sonrisa de esta con la suya propia.

-Espero no estar incomodando demasiado, pero realmente me ayudaría mucho. Prometo regresar el favor de alguna u otra manera- agregó, elevando su diestra a la altura de su rostro para alinearla de manera vertical en forma de una plegaria.

Si dice tener ropa de hombre, no debería preocuparme. Bien a de vivir con su familia y hermanos, en todo caso, con su padre, o en el caso más particular… hermanos. De no ser ninguna de las dos, ha de estar conviviendo con alguien.

Ese pensamiento alivió sus preocupaciones, afirmando su resolución de acompañarla.

-Asumo que hacer un poco de ejercicio no me caería nada mal- agregó, poniéndose de pie y estirando su cuerpo antes de tomar sus cosas y esperar a que Christtinne guiará el rumbo.

No te preocupes, no hay problema de eso-
Caminé adelante pensé por un minuto que la lluvia no sesaba y eso era extraño, puede ser cosa mía.
Llegamos sin problemas a mi departamento, subimos por el ascensor hasta llegar al ultimo piso.

Saque la llave cargando a Yue con una sola mano, abri la puerta y deje al animal en el suelo.

pasa te llevare hasta el baño - caminamos por un pasillo y hacia mano derecha abri la puerta del baño. En una pequeña estanteria guardaba todas las toallas le hice entrega e iria luego hacia la habitación de Yue. El entro conmigo y me mal miro.

Vamos si no pasa nada tranquilo...- susurré muy bajito. tome algo de ropa y sali de la habitación toque la puerta del baño y le hice entrega de la ropa.

Yo igual debia hacer lo mismo, ingrese a mi habitación me seque y me cambie de ropa, seque mi cabello y luego lo peine. Sali de la habitación para preparar algo caliente.

Prendi la calefacción y volvi a la cocina para preparar un consúme para los dos.

El animal disfrutó del trayecto aunque no le hiciera ninguna gracia que ese muchacho fuera a su casa y sobretodo que Chris se hubiera comportado tan familiarmente con él. Sabía que con él cerca cualquier intento de que la joven recordara algo más sobre su pasado, en especial sobre ellos dos, era casi imposible.

Cuando al fin llegamos a casa y la muchacha dejó libre al gato, éste fue directo a su habitación seguido por Chris que le había ofrecido algo de ropa limpia al invitado. El animal le dirigió una fría mirada a su acompañante y aunque ésta le dijo que no pasaba nada, él no se quedó tranquilo. La joven salió casi de inmediato de la estancia dejando solo a Yue que aún en su forma animal comenzó a dar vueltas por la estancia notablemente indignado.
"Será tonta... Y encima el tio ese se mete en mi casa y trata de hacerse el amiguito de Chris. Pues se va a enterar de quien es el hombre de esta casa."

Yue estaba decidido a darle una lección al invitado y no iba a dudarlo ni un instante. Aprovechando que Chris estaba en la cocina, la estaba oyendo trastear, y que el joven se encontraba todavía en el baño, Yue recuperó su forma humana y se puso algo cómodo (vaqueros y camisa remangada hasta los codos). Tras mirarse en el espejo y sonreirle con malicia, salió de la habitación con sigilo llegando a la cocina.

-Veo que a mí no me incluyes. -dijo de repente apoyado en el marco de la puerta observando a Chris preparar algo sólo para dos- Supongo que no contabas con que yo apareciera, ¿verdad? -añadí mostrando una traviesa sonrisa.

Vi a Yue aparecer, esto realmente no me lo esperaba...aunque con esos enojos extraños de parte de él era común para mi...Tenía tanta ganas de decirle muchas cosas pero evite alguna discución. Así que lo ignoré completamente.

Pues en realidad los gatos comen comida de gatos- Segui haciendo lo mio sabia que a Yue no le gustará aquella respuesta.

A si otra cosa, no quiero que inventes de que estamos saliendo o algo por el estilo... no quiero pasar verguenza cualquiera diria que tu estas enamorado de mi.... - finalice, dejando los servicios en la mesa.